viernes, 14 de agosto de 2009

El Imperio del Terror


Los actos de violencia, vengan de donde vengan, deben ser siempre repudiados cuando pensamos en que vivimos en una sociedad civilizada, capaz de resolver sus controversias mediante el diálogo y la concertación. Por las razones anotadas, nos lastima el saber que a alguien, en nuestra patria, se le ocurre amedrentar a sus compatriotas apoyándose en actos de violencia, como los sucedidos el pasado miércoles en la sede de gobierno, cuando resultaron siete personas con graves lesiones, en especial la esposa de un dirigente político. Por eso nos alarmamos cuando se escucha hablar de la justicia comunitaria, algo que ahora ha sido incorporado en la Constitución Política del Estado y que con el pretexto de tradiciones ancestrales, puede ser utilizada para amedrentar o lastimar a los adversarios políticos. Protestamos cuando la violencia llegó a la casa de un ex vicepresidente de la desparecida República de Bolivia y a la seguridad de otros lideres políticos o cuando a Marcial Fabricano, dirigente campesino del oriente, se le propinó una paliza con el pretexto de que es la costumbre de su comunidad, lo que lamentablemente él tampoco conocía, o la tía del Jefe del Estado Plurinacional que apareció muerta en el valle, donde se dice que él tiene asentada su parcialidad más numerosa. Los atentados terroristas del miércoles, según el gobernante, han sido producto de la rivalidad de la derecha, aunque pensamos que el empresario afectado es más afín a ese sector que al de los originarios que han terminado por polarizar el país. Aunque hay unos originarios rubiecitos y de ojos verdes, que han resultados los más recalcitrantes y quieren ver a sus rivales agusanados y no se con cuales otros aspectos repugnantes. Pensar que el hecho puede servir para reflotar el tema del terrorismo con el que nos envolvieron a partir de abril y que sólo pudo ser vencido por la peste porcina, científicamente denominada Gripe A H1N1, nos parece absurdo. Resulta que el tal Rozsa que fue asesinado mientras dormía en un hotel de Santa Cruz, sigue haciendo torerías, según algunas autoridades que tratan de retomar el tema para corretear a los dirigentas del oriente, ahora convertidos en candidatos o lideres de la oposición, con miras a las elecciones de diciembre. Lo lamentable del caso es que lo del terrorismo ha resultados como la fábula del pastor mentiroso que anunciaba cada vez la llegada del lobo y que cuando las cosas fueron reales, ya nadie le creyó. Recordemos la fugaz aparición de un pseudo periodista español, a pesar de que no les gusta hablar de la “España grandiosa” que esta vez nos saboteó con una persona que resultó ser un narcotraficante conocido y que fue investigado luego de sus declaraciones sobre las actividades que habría estado planificando Rozsa, para atentar contra los gobernantes con apoyo de los empresarios orientales, pecando en lo que se conoce como la apología del delito que fue reiteradamente difundida por los medios de comunicación oficialistas y otros que cayeron en ese último capítulo de la novela. Veremos cómo los hábiles policías que recientemente fueron felicitados por el Ministro de Gobierno por su habilidad investigativa, nos cuentan la realidad sobre los atentados que a decir de algunas versiones que buscaron relacionar a la Torre del Oriente, intentaron derribar la Torre Gemela del occidente. No vaya a ser que tratándose de torres, aparezca también vinculado Osama Bin Laden, enviado por Barak Obama, para desestabilizar el ascenso socialista del sur.

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