viernes, 14 de agosto de 2009

Discursos Belicistas


Parecía que la profundización de la democracia en América Latina, también dejaría de lado las actitudes beligerantes entre estados, no copiándose los enfrentamientos armados que se observan en otros continentes, donde cientos de miles de personas deben dejar sus hogares, con el propósito de buscar refugio ante los enfrentamientos armados entre países vecinos.Quién no recuerda las imágenes tenebrosas de la guerra en los Balcanes, del ataque de los Estados Unidos a Afganistán, con el propósito de terminar con el régimen talibán o la guerra contra Irak. También debe estar fresca en la memoria de la colectividad mundial, el bombardeo aéreo masivo impulsado por Israel que sembró una verdadera barbarie en la franja de Gaza.Y para esas guerras despiadadas se echa mano a todo recurso humano que aparezca, tal es el caso de África, donde incluso se reportaron que iban niños al frente de batalla, por el simple hecho de que sus gobernantes prefirieron el ruido de las ametralladoras que sentarse a dialogar para superar sus diferencias.Ya estaban quedando en el olvido las guerras internas que se produjeron en países de América Central en la década de los 70 y 80, lo que provocó serias dificultades económicas para El Salvador, Nicaragua, Guatemala entre otros, aparte de las pérdidas humanas que son irreparables. Sin embargo, algo está ocurriendo en América del Sur, que siempre se caracterizó por un respeto entre vecinos, amparados en el discurso de integración de Simón Bolívar, el libertador de cinco naciones, con excepción de la guerra entre Perú y Ecuador, cuando gobernaban Alberto Fujimori y Sixto Durán Ballén, que se enfrentaron en lo que se denominó como “guerra no declarada”, pero costó la vida de cientos de jóvenes en ambos bandos.Reiteramos que algo ocurre en América del Sur, porque de esa tranquila actitud, se está pasando a los discursos belicistas y de allí incluso a los hechos, donde predominan más los intereses políticos por diferencias ideológicas que por cuestiones de territorios.Y es verdad que de las palabras ya se están pasando a los hechos y allí está lo peligroso. Hay que recordar nomás que hace poco, Ecuador y Venezuela movilizaron tropas en la frontera con Colombia, estando a punto de darse una confrontación con funestas consecuencias para la región.Lo de Venezuela es una posición más personal con Álvaro Uribe y Ecuador rechaza la intervención militar colombiana a su territorio, donde estaba oculto uno de los líderes más prominentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y que fue abatido con un numeroso grupo de subversivos.Ahora la situación nuevamente se pone gris, con el anuncio del Mandatario venezolano que la instalación de bases militares de Estados Unidos cerca de ellos, hace soplar “vientos de guerra” en América del Sur. Esos anuncios belicistas van acompañados de anuncios de compra de armamentos modernos por millones y millones de dólares.Ahí va la preocupación, ya que se habla de guerras entre pueblos y están dejando de lado otros temas importantes, como la guerra contra la pobreza, la desocupación, las enfermedades y un largo etcétera. ¿No será más fácil y económico sentarse a dialogar, incluido algún berrinche de por medio, que azuzar todo el tiempo para empezar a meter tiros contra nuestros vecinos?Y en ese afán belicista están varios de los gobernantes de América del Sur, pero esos ímpetus deberían utilizarlo en dar solución a los problemas mencionados anteriormente.

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